Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España

Según datos de 2024, la soledad no deseada afecta a una de cada cuatro personas jóvenes en España (25,5%).  Por ello, es urgente que las políticas públicas aborden esta problemática de forma transversal y con tres objetivos:

1. Prevenir mediante actuaciones orientadas a evitar su aparición.
2. Detectar mediante actuaciones orientadas a la identificación de casos de soledad juvenil, preferentemente de modo temprano.
3. Intervenir mediante actuaciones orientadas a la reducción de la soledad juvenil existente.

El Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España, que hemos elaborado desde Fresno y está promovido por la Fundación ONCE en colaboración con Ayuda en Acción, tiene como objetivo identificar la incidencia de la soledad no deseada en la juventud de 16 a 29 años en España, indagando en las posibles causas o correlaciones. Se trata de la primera investigación sobre esta temática realizada hasta la fecha en nuestro país y desvela datos de gran relevancia. Por ejemplo, que:

• El 69% de las personas de este mismo rango de edad se sienten solas ahora o se han sentido solas en algún momento de su vida.
• Tres de cada cuatro jóvenes que dicen sufrir soledad no deseada (75,8%) aseguran sentirla desde hace más de un año y casi la mitad (45,7%) desde hace más de tres.
• La soledad juvenil afecta más a mujeres (31,1%) que a hombres (20,2%).
• Por edades, afecta en mayor medida a jóvenes de entre 22 y 27 años.
• Además, existen determinados factores que aumentan la incidencia de la soledad entre las personas jóvenes, como el desempleo, la situación de pobreza, la discapacidad, haber sufrido acoso escolar o laboral, tener mala salud física o mental …

El informe se basa en una encuesta realizada a 1.800 personas de entre 16 y 29 años, ambos inclusive. En ella:

• Se obtienen las prevalencias de soledad, lo que permite comparar los resultados de las personas jóvenes que se sienten solas con las que no sienten soledad.
• Se ha realizado un análisis multivariante para determinar los factores de riesgo significativos de la soledad en la juventud.

Asimismo, a partir de los resultados del estudio, se ha realizado un grupo de discusión con personas expertas sobre soledad no deseada, juventud y colectivos vulnerables, para proponer soluciones y recomendaciones a nivel de políticas y programas.

La soledad no deseada, un problema multicausal

La soledad juvenil es multicausal, es decir, no es posible afirmar que se deba a una o dos causas específicas, sino que, por el contrario, es causada por una amplia diversidad de aspectos. Esta multicausalidad implica que los diferentes factores pueden favorecer una situación de soledad no deseada, pero no necesariamente causarla. Las relaciones sociales, las competencias y aptitudes sociales, el empleo, la educación, el acoso o el sentimiento de discriminación son algunos ejemplos.

Análisis multivariante para la determinación de factores

¿Es posible conocer si algunos factores tienen, a priori, una mayor influencia que otros? Para responder a esta pregunta, hemos llevado a cabo un análisis multivariante mediante un modelo de regresión logística binaria, una técnica de análisis estadístico de la investigación sociológica que analiza las interrelaciones de diferentes variables categóricas.

Para este análisis se han utilizado un total de 28 variables de las que se ha concluido que 16 son significativas para predecir la soledad juvenil, mientras que 12 de ellas no lo son. Así, hemos agrupado los factores más relevantes para explicar la soledad no deseada en la juventud en cinco grandes ámbitos:

1. Relaciones de amistad

• Tener menos relaciones con amistades de las deseadas es un factor significativo que aumenta la probabilidad de sufrir soledad no deseada más que ningún otro, en 4,7 veces.
• La presencialidad de las relaciones en el ámbito de la amistad. Las personas que tienen relaciones con amistades principalmente online o a distancia tienen una probabilidad 2 veces mayor de sufrir soledad no deseada.

2. Salud física y mental

• • Salud mental. Las personas con problemas de salud mental percibida o diagnosticada tienen una probabilidad 2,5 veces mayor de sufrir soledad no deseada.
  • Asistir a terapia psicológica protege de la soledad. las personas que nunca han ido a terapia psicológica tienen una probabilidad un 45,7% mayor de sufrir soledad que las que sí han ido
  • Tener mala salud. Las personas que perciben su estado de salud de manera negativa o regular tienen un 42,2% más de probabilidad de sufrir soledad no deseada.
  • Tener menos relaciones con amistades de las deseadas es un factor significativo que aumenta la probabilidad de sufrir soledad no deseada más que ningún otro, en 4,7 veces

3. Acoso

• El acoso escolar y laboral. Las personas que han sufrido acoso escolar o laboral tienen un 37,2% más de riesgo de sufrir soledad.

4. Exclusión

• La pobreza incrementa el riesgo de sufrir soledad. Sufrir pobreza moderada o tener dificultades para llegar a fin de mes elevan la probabilidad de sentir soledad en un 38,5%.

5. Discriminación

• La discriminación sexual genera soledad. A pesar de los avances en la sociedad en las últimas décadas, las personas LGTBI tienen una probabilidad un 48,7% mayor que las heterosexuales de sufrir soledad no deseada, lo que pone de relieve la importancia de la sexualidad en la socialización durante la adolescencia y la juventud.
• El origen extranjero es asimismo clave para explicar la soledad de la juventud. Las personas de origen extranjero, incluyendo no solo a aquellas que han nacido en el extranjero, sino también a aquellas que su padre o madre haya nacido en el extranjero, tienen una probabilidad un 72,5% mayor de sufrir soledad que las de origen español.

Acciones para combatir la soledad no deseada en la juventud

Este estudio, además de desmontar ciertas hipótesis y de confirmar otras, concluye que la diversidad de perfiles de jóvenes que sufren soledad no deseada hace que sea muy difícil plantear una solución universal. Pero que, a su vez, la relación de la soledad no deseada con variables muy diferentes se traduce en múltiples posibilidades de actuación. Por esta razón, la soledad juvenil debe abordarse desde diferentes ámbitos y este informe arroja luz con ocho grupos de recomendaciones para poder implementar en las políticas públicas. Literalmente:

1. Favorecer la educación emocional y la inclusividad en todos los tramos educativos.
2. Proteger la salud mental.
3. Fomentar relaciones sociales mediante el ocio saludable.
4. Desarrollar servicios de atención juvenil orientados a reducir la soledad.
5. Fomentar la participación juvenil.
6. Integrar, reforzar y estructurar el ecosistema institucional.
7. Reforzar las políticas educativas, de empleo y de inclusión social.
8. Impulsar acciones a través de las universidades.