La evaluación de procesos: qué es y cómo introducirla en el diseño de proyectos de innovación social

Unas manos sostienen un objeto que se agranda a través de una lupa.

En los últimos años, la evaluación de políticas públicas y programas en España ha ido ganando aceptación progresivamente gracias al interés compartido en fundamentar la toma de decisiones a partir de evidencias. Tal es así que el pasado 3 de noviembre el Pleno del Congreso de los Diputados ha aprobado el Proyecto de Ley de Institucionalización de la evaluación de políticas públicas en la Administración General del Estado.[1]

Una cultura creciente de evaluación

La aprobación de esta norma confirma el paso firme dado desde las administraciones para otorgar a la evaluación el espacio que merece en el ciclo de vida de las políticas públicas, en el ejercicio de la transparencia y rendición de cuentas, así como en la construcción de una ciudadanía activa.

La evaluación, entendida como un proceso integral de observación, medición, análisis e interpretación, permite emitir un juicio valorativo, basado en certezas, sobre aspectos como la eficacia, el impacto, la eficiencia o la adecuación de las intervenciones, entre otras, que, en última instancia, contribuye a mejorar la calidad de los servicios que se ofrecen a las personas.

A pesar del valor añadido de la evaluación, todavía existe, en algunos casos, resistencia o falta de confianza sobre su utilidad. Con frecuencia, la evaluación es vista como una auditoría que inspecciona las acciones realizadas y verifica el correcto desarrollo de un programa. Quienes comparten esta visión perciben los procesos de evaluación como una amenaza que puede poner en jaque el desempeño de los equipos o incluso como una pérdida de tiempo porque informa sobre cuestiones que internamente ya son conocidas.

Lo cierto es que el concepto de evaluación dista considerablemente del concepto de auditoría, principalmente, porque el objeto que analiza la evaluación es mucho más complejo en su composición y, por tanto, el juicio que se genera debe ser correctamente argumentado y contrastado por diversas fuentes.

Por otro lado, en cuanto al riesgo de que la evaluación no aporte información de gran valor, la comunidad evaluadora comparte este miedo e inquietud y, por ello, insiste en dedicar el tiempo suficiente a la definición del propósito de la evaluación y al ajuste de las expectativas que se generan en torno a ella.

La evaluación de procesos: piedra angular de la innovación social

En Fresno concebimos la evaluación como un proceso integral y no como una mera herramienta de análisis, precisamente, porque confiamos en su potencial para adaptarse a las necesidades del entorno. Esta adaptación es especialmente necesaria en el contexto actual de transformación social en el que los proyectos ya no encajan en el corsé tradicional de cumplir a rajatabla con unos objetivos definidos en el pasado sin capacidad de reaccionar a lo que sucede alrededor.

La complejidad de la realidad social y su constante fluctuación requieren de análisis profundos fuera de la caja que faciliten la comprensión y orienten las acciones para reducir, en medida de lo posible, la incertidumbre que, intrínsecamente, genera la experimentación y la innovación social.

Con frecuencia, las evaluaciones se centran especialmente en valorar los resultados de los proyectos dando así respuesta a preguntas como ¿qué consigue el proyecto? ¿cuál es su valor añadido? ¿qué resultados tiene en las personas? Sin duda, medir la eficacia e impacto de nuestros proyectos es esencial para tomar decisiones fundamentadas sobre la posibilidad de finalizar un proyecto, ampliarlo o incluso replicarlo.

Sin embargo, una evaluación acotada a los resultados puede no darnos información suficiente sobre el porqué de finalizar un proyecto, ampliarlo o replicarlo ni sobre el cómo hacerlo. En otras palabras, centrarse únicamente en los resultados puede generar el fenómeno de efecto visión de túnel dificultando la vista sobre el conjunto y la comprensión sobre cómo el proyecto logra sus resultados y produce un cambio en las personas.

Si deseamos identificar la secuencia de acciones que conduce al cambio, es necesario ampliar la mirada hacia el conjunto del proyectoprestando especial importancia a los procesos, entendidos como el conjunto de acciones que generan un valor añadido.

La evaluación de procesos, además de aportar la información suficiente para comprender la lógica que subyace al funcionamiento del proyecto, permite también identificar aquellos elementos que funcionan bien y aquellos que requieren mejoras, con el objetivo último de maximizar los efectos positivos del mismo.

Es habitual confundir la evaluación de procesos con el seguimiento de un proyecto y, por ello, antes de profundizar en el alcance de la evaluación de procesos, apuntaremos algunas diferencias sustanciales entre ellos:

Claves para maximizar la utilidad de la evaluación de procesos

Si queremos que la evaluación de procesos genere aprendizajes para reorientar la intervención y maximizar su potencial, es recomendable también prestar atención al momento en el que se realiza. Atendiendo al momento en el que se realiza una evaluación distinguimos entre: evaluación ex ante (previa al inicio de la intervención), evaluación intermedia y evaluación ex post (posterior al desarrollo de la intervención). La mayoría de las evaluaciones que se realizan son finales, de manera que las conclusiones y recomendaciones que de ella se extraen pueden aplicarse posteriormente en una nueva intervención, pero no en la intervención que se evalúa.

En los proyectos de experimentación social resulta altamente recomendable realizar evaluaciones intermedias enfocada en los procesos por las siguientes razones:

  • En este tipo de proyectos se suele dedicar unos meses a construir conjuntamente el diseño del modelo, si se realiza una evaluación de procesos en una fase intermedia del proyecto se obtiene un feedback sobre la adecuación y validación de los procesos diseñados y se cuenta con tiempo para hacer los reajustes necesarios.
  • La evaluación intermedia de procesos también permite valorar si el proyecto avanza conforme a lo previsto o si por el contrario hay fases en las que se ha identificado obstáculos y es necesario superarlos.
  • El análisis de los procesos aporta información relevante sobre el valor añadido que generan aquellos procesos transversales como la comunicación, la gobernanza o la gestión. Un seguimiento enfocado en el proyecto puede no detectar problemas en la implementación de estos procesos que pueden tener una gran influencia en el desarrollo del proyecto.
  • Por último, la evaluación de procesos otorga una mayor garantía al logro y éxito del proyecto ya que aquellos elementos que no funcionaban han sido identificados y corregidos y, por tanto, el modelo puede alcanzar todo su potencial y lograr los resultados esperados.
 

Si tienes interés en realizar una evaluación de procesos, te compartimos algunas cuestiones que debes tener en cuenta:

  • Es recomendable que la evaluación de procesos se contemple desde el diseño del proyecto ya que ello permitirá elaborar indicadores específicos y construir un sistema de información sólido que genere información de calidad.
  • Para garantizar que la evaluación de procesos responde a las necesidades del equipo, es necesario que el equipo de intervención y dirección participe en el diseño de la evaluación aportando su visión sobre el modelo objeto de evaluación.
  • También es importante definir el alcance de la evaluación ya que cuando se analizan los procesos se corre el riesgo de prestar demasiada atención a acciones muy concretas y se pierde la visión de conjunto y estratégica, en este caso, el exceso de información puede ser desinformación.
  • Ligado a lo anterior, la definición de qué es un proceso influye decisivamente en la calidad de la evaluación, por ello, es importante revisar la identificación inicial de los procesos para asegurarnos de que todos se encuentran en una escala similar y no estamos incluyendo fases de un proceso como procesos en sí mismos.

Si deseas conocer con mayor profundidad cómo diseñar una evaluación de procesos, te compartidos algunas guías metodológicas que pueden ser de gran utilidad:



[1]
 https://www.congreso.es/notas-de-prensa?p_p_id=notasprensa&p_p_lifecycle=0&p_p_state=normal&p_p_mode=view&_notasprensa_mvcPath=detalle&_notasprensa_notaId=43529

Yolanda Soriano Segovia

Consultora en el área de Asesoramiento Estratégico

Especializada en evaluación de políticas públicas y en el diseño de políticas de inclusión social.
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