La importancia de la formación de personas adultas en el ámbito social: políticas, beneficios y retos

La formación de personas adultas ha ganado relevancia en el ámbito social, especialmente a la luz de los cambios tecnológicos y las necesidades laborales emergentes donde las entidades del Tercer Sector se han profesionalizado y han apostado por formar a sus equipos.

Hombre negro prestando atención en una clase de personas adultas

Los siguientes contenidos han sido elaborados a partir del Podcast «Formación de personas adultas en el ámbito social»

Podcast Formación de personas adultas en el ámbito social con Alia Chahin y Jesús Gómez

La pandemia y el teletrabajo han cambiado las dinámicas de formación, sustituyendo la formación presencial por otros formatos virtuales, pero esto no siempre implica que se esté generando espacios de aprendizaje eficaces y enfocados al desarrollo de habilidades. ¿Cómo saber si la digitalización en la formación es de calidad?

Este post explora el marco político que la sustenta, las tendencias actuales y los retos que enfrenta, ofreciendo una visión integral para entidades del Tercer Sector interesadas en mejorar sus servicios a través de la formación de personas adultas.

La importancia de la formación de personas adultas

La formación continua para personas adultas es esencial para enfrentar los cambios en el mercado laboral y la sociedad. Con la transformación digital acelerada por la pandemia, la necesidad de formación constante se ha intensificado. Las personas adultas deben adquirir nuevas habilidades y competencias, no solo durante su vida laboral, sino a lo largo de todas las etapas de su vida (lifelong learning).

El aprendizaje continuo es vital para adaptarse a nuevas herramientas y formas de comunicación que emergen constantemente. Además, debemos seguir innovando en los métodos y los formatos de eLearning o bLearning para que estas formaciones sean eficaces como, por ejemplo, nuestros cursos de formación estratégica, que se nutren a través de un aprendizaje práctico en los equipos. Otros ejemplos en los que hemos trabajado la formación estratégica son UNAD, en colaboración público-privada o COCEMFE, en el ámbito de los fondos europeos.

Tipos de formación: upskilling y reskilling

En el ámbito europeo, coexisten dos términos en cuanto a la formación de personas adultas: upskilling y reskilling. El upskilling se refiere a la adquisición de nuevas competencias relacionadas con el trabajo actual de la persona, mejorando sus habilidades dentro de su sector. Por ejemplo, una persona del ámbito del trabajo social puede aprender a usar herramientas digitales avanzadas para diseñar proyectos más eficientes.

Por otro lado, el reskilling implica aprender nuevas competencias que permiten a una persona cambiar de sector laboral. Este tipo de formación es crucial cuando los puestos de trabajo en un sector se están reduciendo o volviendo obsoletos. Un ejemplo de ello sería una persona que trabaja en la cadena de una fábrica y comienza a formarse en programación para trabajar en el desarrollo de herramientas digitales.

Políticas y estrategias que impulsan la formación de personas adultas

La Unión Europea ha impulsado diversas iniciativas para fortalecer la formación de personas adultas. El Pacto Europeo por las Competencias y la Estrategia Europea de Competencias Digitales son esfuerzos significativos en este ámbito. Estas iniciativas buscan apoyar a los estados miembros para que desarrollen estrategias robustas de formación continua y permitan la adquisición y mejora de competencias y habilidades.

En España, la formación de personas adultas ha sido tradicionalmente un desafío. Hasta ahora, las políticas han estado más enfocadas en que las personas adultas completen la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Sin embargo, la transformación digital y las nuevas demandas del mercado laboral requieren un enfoque más amplio y estratégico. En abril de 2023, la Comisión Europea lanzó recomendaciones para promover una educación digital integral y enfrentar las dificultades en la adquisición de competencias digitales necesarias para el día a día.

Beneficios de una gestión activa de la formación

Una gestión efectiva de la formación en las entidades del ámbito social trae numerosos beneficios:

  1. Mejora la calidad del servicio al mantener al personal actualizado y motivado

La formación continua garantiza que el personal esté al tanto de las últimas tendencias, metodologías y conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones de manera óptima. Esto no solo mejora la calidad del servicio ofrecido, sino que también contribuye a la satisfacción y motivación de las personas empleadas, ya que sienten que su desarrollo profesional es una prioridad para la entidad.

  1. Fomenta la innovación y la creatividad

La capacitación constante expone al personal a nuevas ideas y enfoques que pueden ser aplicados en su trabajo diario. Esto estimula un ambiente de innovación donde se valoran y promueven soluciones creativas para los desafíos. Y favorece también la adopción de nuevas tecnologías y prácticas porque el personal está más abierto al cambio.

  1. Fortalece el compromiso de las personas empleadas con la misión de la entidad

Al recibir una formación adecuada, el personal se siente más valorado y reconocido por la organización y se incrementa su sentido de pertenencia y compromiso con la misión y los objetivos de la entidad. Un personal comprometido es más propenso a esforzarse por alcanzar metas comunes y mantener altos estándares de desempeño.

Beneficios de una gestión activa de la formación: 1. Mejora la calidad del servicio al mantener al personal actualizado y motivado 2. Fomenta la innovación y la creatividad 3. Fortalece el compromiso de las personas empleadas con la misión de la entidad

Retos en la formación de personas adultas en el ámbito social

Desde la perspectiva del Tercer Sector, la formación de personas adultas enfrenta retos particulares.

  1. Formación del personal

Por un lado, la formación de los equipos y voluntariado de las entidades, quienes necesitan estar actualizados en competencias relevantes para sus servicios.

Por ejemplo, las personas que trabajan en el ámbito sociosanitario también tenéis, que trabajan en la intersección de los servicios sociales y de salud, necesitan formación específica y continua para estar al día con las mejores prácticas y tecnologías emergentes. Además, la pandemia ha resaltado la importancia de la flexibilidad y la rapidez en la actualización de sus conocimientos, especialmente en áreas como el uso de equipos médicos avanzados o la gestión de emergencias sanitarias.

  1. Formación de las personas destinatarias

Por otro lado, destaca la formación de personas en situación de vulnerabilidad, quienes a menudo tienen una baja cualificación y necesitan métodos de enseñanza adaptados a sus necesidades específicas, algo crucial para su integración social y laboral. Este colectivo enfrenta barreras significativas para acceder a la educación y el empleo. Las entidades del Tercer Sector deben diseñar programas de formación que sean inclusivos y accesibles, utilizando enfoques pedagógicos adaptados a las necesidades de estos grupos.

Por ejemplo, la Fundación Secretariado Gitano ha desarrollado programas específicos para la comunidad gitana, combinando la formación en habilidades digitales con apoyo personalizado y tutorizado. Estos programas no solo enseñan competencias técnicas, sino que también fortalecen la confianza y la autoestima de las personas participantes, preparándolas para el mercado laboral. Por ejemplo, en el proyecto Mercaemprende,  la virtualización de los contenidos adaptada a formato móvil fue una clave de éxito de esta iniciativa

  1. Personalización, flexibilidad y mentorización

La clave para el éxito de estos programas radica en la personalización y la flexibilidad. Es esencial ofrecer formación en un formato que las personas participantes puedan entender fácilmente, con contenidos relevantes y prácticas que reflejen situaciones reales. Además, el apoyo continuo y la mentorización son fundamentales para ayudarles a superar las barreras personales y estructurales que enfrentan.

Un ejemplo es el  desarrollado con Ayuda en Acción en el que desarrollamos itinerarios formativos para la adquisición de competencias clave para familias migrantes de la Comunidad Valenciana, el cual se enfocó en la enseñanza de lengua española y la alfabetización digital.

  1. Brecha digital

Las entidades sociales deben innovar constantemente para superar la brecha digital y encontrar nuevas fórmulas educativas. Por ello, la formación de personas adultas debe ser más práctica y orientada a la aplicación real de conocimientos. Esto significa que las metodologías tradicionales deben complementarse con enfoques prácticos, como talleres, simulaciones y aprendizajes basados en proyectos. Los equipos de profesionales necesitan adquirir habilidades prácticas que puedan aplicar directamente en sus roles, mejorando así su eficacia y eficiencia en el trabajo diario.

En este sentido, desde Fresno hemos apoyado en la creación de comunidades de aprendizaje y espacios de gestión del conocimiento, implementando plataformas virtuales de aprendizaje y diseñando contenidos educativos interactivos y accesibles para ambos perfiles. Por ejemplo, junto a la Fundación ONCE y CERMI Estatal, hemos impulsado COMPASSS, la primera Comunidad Online de Aprendizaje para la Sostenibilidad del Sector Social.

Retos en la formación de personas adultas en el ámbito social 1. Formación del personal 2. Formación de las personas destinatarias 3. Personalización, flexibilidad y mentorización 4. Brecha digital

¿Cómo implementar una estrategia de formación en mi entidad?

Para las entidades interesadas en el diseño e implementación de una estrategia de formación efectiva, en Fresno recomendamos llevar a cabo los siguientes pasos:

  1. Diagnóstico de necesidades: Evaluar las necesidades de formación específicas de la entidad.
  2. Definición de objetivos: Establecer objetivos claros y alineados con la misión de la entidad.
  3. Diseño del plan de formación: Crear un plan detallado que incluya contenidos, metodologías y herramientas.
  4. Evaluación y ajuste: Medir el progreso y el impacto de la formación, ajustando según sea necesario.
  5. Integración en la cultura organizacional: Fomentar una cultura de aprendizaje continuo dentro de la entidad.
5 Pasos para implementar una estrategia de formación en mi entidad 1. Diagnóstico de necesidades 2. Definición de objetivos 3. Diseño del plan de formación 4. Evaluación y ajuste 5. Integración en la cultura organizacional

En resumen, la formación de personas adultas en el ámbito social es un reto al que las entidades y organizaciones del Tercer Sector deben enfrentarse para ofrecer mejores servicios. Con un marco político adecuado, estrategias innovadoras y un enfoque centrado en las necesidades específicas de los individuos y las entidades, se puede enfrentar este desafío y convertirlo en una oportunidad para el crecimiento y el fortalecimiento del impacto de las entidades y organizaciones.

Jesús Gómez

Project Manager en el área de eLearning y Gestión del Conocimiento

Especializado en administración y gestión de plataformas virtuales de aprendizaje, gamificación, diseño instruccional y gestión de proyectos formativos.
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Retrato de Alia Chahin como parte del equipo de Fresno

Alia Chahin

Directora de Transformación Estratégica y Sostenibilidad

Especializada en políticas y proyectos sociales, Tercer Sector, innovación social y fondos europeos.
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