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El futuro del mercado laboral y la Agenda Europea de Capacidades: Consecuencias para administraciones y ONG
El proceso de digitalización del empleo ha sido definid como “la cuarta revolución industrial” y se augura que aumentará aún más la brecha entre las profesiones de baja cualificación con baja remuneración y las de alta cualificación. En este escenario, el reto es prever lo que va a pasar y cómo va a afectar a las personas con menores capacidades para, de esta manera, poder anticiparnos y dirigirles hacia la cualificación que el mercado va a necesitar.
El futuro del mercado de trabajo
Como antes la máquina de vapor, la electrificación y la electrónica, y por último la informática… la llegada de la digitalización al mercado de trabajo introduce una serie de innovaciones disruptivas, es decir, cambios que afectan de modo radical a la totalidad de la industria, de tal modo que hacen que ésta cambie drásticamente. Estas innovaciones están marcando el cambio hacia un nuevo modelo de organización del trabajo.
La digitalización aplicada al ámbito del empleo se basa en tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica, el “internet de las cosas”, la nanotecnología, la biotecnología, la “informática cuántica”, la impresión 3D o el análisis de Big Data. Su llegada a las diferentes industrias disuelve las fronteras entre los ámbitos físico, biológico y digital. Aún no se ha materializado en todo su potencial y es imposible prever con exactitud el impacto que dejará en el mercado de trabajo a medio plazo. Existe un consenso, sin embargo, en que las tecnologías digitales van a penetrar las rutinas laborales de todos los ámbitos, hecho que, entre otras, tendrá las siguientes consecuencias:
- Se percibe una tendencia hacia la polarización de las capacidades demandadas por el mercado laboral, con un segmento alto con una gran densidad de conocimiento e innovación, por un lado, frente a un segmento bajo, de trabajos repetitivos y de poco valor añadido, por el otro. Algunos pronósticos prevén la continuidad de la tendencia en el encogimiento del sector medio. España es uno de los países que más ha sufrido este desarrollo.
- Esta polarización traerá aparejada un aumento de la brecha entre profesionales poco cualificados y de baja remuneración y los de alta cualificación. De hecho, están surgiendo nuevos tipos de “(auto)-empleo”, en forma de ‘clickworkers’, ‘economía a demanda’, o ‘trabajo en plataforma’ (plataformas colaborativas) y la Organización Internacional del Trabajo ha advertido sobre la precariedad y la mala calidad de estos nuevos modelos de empleo.
El siguiente gráfico, construido a partir de los datos de Eurostat, remarca el desafío que nuestro país tiene por delante, con la necesidad de mejorar la cualificación de los trabajadores poco cualificados en profesiones técnicas, así como de hacer que la formación profesional sea más atractiva.
- La automatización llegará a muchos ámbitos, no sólo a los relacionados con el proceso productivo más tradicional, como en principio se pudiera pensar, sino a otros altamente cualificados, como por ejemplo podría ser un asesoramiento jurídico. Algunos estudios vaticinan una pérdida casi inmediata del 30% de los puestos de trabajo por la automatización.
Estos cambios, a su vez, harán que aumente la demanda de nuevas ocupaciones y, con ellas, nuevas capacidades y conocimientos. Según los estudios informes realizados:
- los estudios de “letras” y “artes” podrían aumentar su salida laboral por las competencias que se adquieren en los mismos para contextualizar y descifrar matices culturales, etc.
- Cada vez se valorarán más las capacidades interpersonales, de pensamiento sistémico, creatividad, competencias tecnológicas y de idiomas.
- Entre las ocupaciones con mayor potencial de crecimiento están las relacionadas con los empleos verdes y las que exigen interacción directa y cuidados de personas.
- Se prevé el crecimiento en sectores muy específicos, como el cuidado de animales domésticos y el trabajo comunitario, así como el sector público y gerencial, mientras que descenderán las ocupaciones administrativas.
Agenda Europea de Capacidades
Distintos actores gubernamentales, empresariales, académicos y de organizaciones internacionales – entre los que se encuentra la Comisión Europea- están reflexionando sobre cómo preparar trabajadoras y trabajadores para los mercados laborales del futuro.
Una de las iniciativas emblemáticas de las Estrategia 2020 es la Agenda Europea de las Capacidades, en la que subyacen tres elementos clave:
- Las capacidades se sitúan en el centro de las políticas y se amplía su consideración tradicional. Existe la convicción de que disponer de capacidades adecuadas permitirá mantener la empleabilidad de las personas y la competitividad y la innovación de las empresas. Más allá de la empleabilidad, se percibe como oportunidad de desarrollo individual y como base del sistema democrático europeo. Se parte de una concepción amplia de las capacidades, centralizando su calidad y su utilidad, que da cabida también a capacidades transversales como el trabajo en equipo, la resolución de problemas o el pensamiento creativo.
- La importancia de la formación continua: El capítulo 1 Pilar Europeo de Derechos Sociales reconoce que Todas las personas tienen derecho a una educación, una formación y un aprendizaje permanente de calidad para poder mantener y adquirir capacidades…Esta formulación supone un doble reconocimiento: por una parte se cuestiona el esquema tradicional de secuencia temporal formación-trabajo y se pasa a insistir en la formación continua; por otra, se reconoce que el Estado debe fomentar la adquisición de dichas capacidades (las personas podrían demandar estos apoyos continuos para capacitación).
- Se observa un desplazamiento en las prioridades desde las cualificaciones formales hacia el reconocimiento de habilidades, con iniciativas dirigidas a la estandarización, la homologación o la certificación de la adquisición no formal de competencias. También se nota una apuesta por la formación técnica, a través de la revalorización de la educación y formación profesional (EFP). La Comisión Europea se compromete a hacer de la EFP “una primera opción”.
La Nueva Agenda de Capacidades Europea se concreta en 10 acciones que pretenden “proporcionar la formación, apoyos y capacidades adecuadas” a las personas en la UE. Sus objetivos principales son tres:
- Desarrollar unas capacidades de mayor calidad y más adecuadas;
- Facilitar la visibilidad y la comparabilidad de las capacidades y las cualificaciones;
- Mejorar la información estratégica y la documentación sobre las capacidades para tomar decisiones informadas respecto a la formación y a las carreras profesionales.
La empleabilidad de las personas vulnerables y el papel de las ONG y las administraciones públicas
La Agenda Europea de Capacidades combina políticas de educación, empleo, y protección social e intenta ofrecer itinerarios para aumentar la empleabilidad. Sin embargo, la acción a escala de la UE no bastará por sí sola para garantizar que sus medidas se desarrollan. Por el contrario, buena parte de su éxito o fracaso dependerá del compromiso y la experiencia de numerosos actores, incluidas las ONG y las administraciones públicas competentes.
En su papel de interlocutores sociales y, en gran medida, también como ejecutoras de políticas públicas, las ONG podrían incidir en la articulación de la Agenda en España, buscando que ésta:
- se ajuste lo más posible a la realidad española.
- tenga en cuenta los Derechos Sociales y sirva para luchar contra la creciente brecha de desigualdad en ingresos y oportunidades.
- replantee el modo separado en el que tradicionalmente se han concebido y gestionado las políticas de educación, empleo, e inclusión social, y también de migración.
En cualquier caso, los diferentes actores sociales deben conocer este contexto, social y político, y anticiparse a él para cumplir mejor su misión de reducir las desigualdades sociales, las de hoy y las del futuro.