Cómo incorporar la innovación a un proyecto social

¿Estás preparando la presentación de un proyecto a una convocatoria y la innovación es un punto fundamental de los criterios de evaluación? ¿Tu entidad lleva años implementando el mismo proyecto y crees que necesita un nuevo enfoque para hacerlo más eficiente? ¿El reto social al que te enfrentas necesita nuevas respuestas? Si te encuentras en alguna de estas situaciones, este post te interesa: en este post te contamos cómo puedes incorpora la innovación a tu proyecto social.

un grupo de personas trabajando con posits sobre una pared.

Este post ha sido elaborado a partir del podcast ‘Cómo incorporar la innovación a un proyecto social’.

Antes de empezar, hagamos un pequeño repaso sobre qué es la innovación social

En el ámbito social siempre ha existido la innovación, pero, tras la pandemia de la COVID-19, los gobiernos y, en especial, la Unión Europea vienen impulsando la innovación social de un modo más sistemático y profesional. La pandemia reveló y exacerbó diversas vulnerabilidades sociales, económicas y sanitarias, destacando la necesidad de respuestas innovadoras y colaborativas.

Actualmente, los desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad son retos vivos, dinámicos y cambiantes, condicionados por múltiples factores interrelacionados. Por ello, es necesaria una adaptación constante que mejore el alcance de las políticas públicas en el ámbito social, llegando a un mayor número de personas y proporcionando respuestas efectivas a sus necesidades.

La innovación social surge como una forma de mejorar y ampliar las soluciones existentes, buscando asegurar la sostenibilidad y un impacto a largo plazo, que obtenga resultados significativos y persistentes en el tiempo. Se compone de tres ingredientes fundamentales:

  • Necesidades: son los problemas que se busca resolver mediante la innovación social. Estas necesidades son dinámicas y cambian con el tiempo, dependiendo de diversos factores interdependientes y/o interrelacionados entre sí, como el contexto socioeconómico, los avances tecnológicos o los cambios demográficos. 
  • Actores: son las administraciones y entidades públicas y privadas que tienen la responsabilidad y la capacidad de plantear y desarrollar nuevas soluciones para los retos sociales actuales y emergentes.
  • Herramientas: son los procesos y formas de organización para la implementación efectiva de la innovación social. Estas deben ser diseñadas y aplicadas de manera que no generen nuevas necesidades ni exacerben las existentes.

En este post, exploraremos los ingredientes de la innovación social, sus fases y principales retos, y pondremos un ejemplo de proyecto innovador.

La innovación social es un proceso gradual y transversal

La innovación se debe incorporar siempre de forma gradual y transversal, tanto a nivel organizativo como en los proyectos. Además, no se puede innovar en solitario. Es imprescindible que sea un objetivo compartido por toda la organización.

Un esquema visual que explica de forma muy clara cómo incorporar la innovación social de forma gradual, del que ya hemos hablado en otro post.

Modelo de innovación social adaptado a la metodología de Fresno.

Por tanto, para incorporar la innovación social de forma eficaz y eficiente es necesario implementar seis fases:

  1. Fase de diagnóstico

Debido a la complejidad del ámbito social, en el que, como hemos comentado, se abordan retos muy dinámicos y cambiantes, es muy importante hacer diagnósticos actualizados y rigurosos que permitan conocer el contexto actual y evolucionar hacia un prototipado de nuevas ideas.

Si bien en el sector social hay mucho conocimiento sobre lo que pasa y las necesidades, muchas veces es necesario dar un paso más y recopilar datos que identifiquen y expliquen las causas subyacentes a esas necesidades. Sobre todo, es crucial comprender por qué, a pesar de nuestras intervenciones, no se están logrando los resultados esperados.

Establecer una línea base exhaustiva, con datos detallados y un diagnóstico específico, permite identificar los factores y las causas clave que contribuyen a la situación actual.

  1. Fase creativa

Una vez realizado un diagnóstico preciso, se inicia una etapa altamente creativa, donde se formulan ideas nuevas y se exploran soluciones para abordar la situación diagnosticada.

Por ejemplo, en esta fase es muy importante tener en cuenta que la innovación no es hacer algo nuevo, sino hacerlo de forma diferente o en un contexto o entorno diferente. En este sentido, innovar es copiar y adaptar. Esta idea puede resultar sorprendente para algunas personas, ya que se nos ha enseñado que copiar está mal. Sin embargo, respetando los límites de la propiedad intelectual, es buena idea observar lo que está funcionando en otras organizaciones y en la administración pública y adaptarlo a nuestra propia organización. Este enfoque también es una forma más rápida y económica de innovar.

  1. Fase de prototipado

Es el momento de dar una forma más concreta a las nuevas ideas y someterlas a prueba. Para ello, se diseña y ejecuta un proceso de experimentación para evaluar su efectividad y se recopilan datos e información clave para la evaluación.

  1. Fase de evaluación o análisis de la sostenibilidad

Esta fase es crucial, ya que permite medir y evaluar si las acciones emprendidas están alcanzando los resultados esperados. En caso de no ser así, se debe indagar en las causas subyacentes para entender el porqué.

Incluso en el caso en que los resultados hayan cumplido con las expectativas y previsiones establecidas, siempre existirán posibilidades de realizar ajustes y mejoras. Por eso siempre es importante terminar esta fase modelizando lo que se ha experimentado, incorporando esos ajustes, mejoras y aprendizajes que hemos descubierto durante el pilotaje. Además de modelizar, en esta fase se suele también trabajar en propuestas y recomendaciones tanto para el escalado y la transferencia como para para la mejora de las políticas públicas o de los programas y servicios sobre los que se ha experimentado.

  1. Fase de escalado

Además de implementar los ajustes necesarios, esta fase también brinda la oportunidad de explorar cómo escalar las soluciones. Uno de los objetivos primordiales de la innovación es asegurar que las soluciones se puedan replicar en varias organizaciones y en distintos contextos territoriales.

  1. Cambio sistémico

Finalmente, una vez se ha logrado implementar la innovación a mayor escala se llega a la fase de cambio sistémico, que habitualmente se produce gracias a una modificación de la normativa o de las políticas públicas o bien en un cambio de paradigma o de nuevas formas de hacer. Esta última fase es un proceso largo y, probablemente, una vez implantado, sea objeto de nuevas innovaciones puesto que nada es permanente y las necesidades de la población cambian constantemente.

¿Por qué cuesta tanto incorporar la innovación social a un proyecto?

La innovación debe ser misional

Un aspecto crucial cuando se quiere innovar es comprender que la innovación debe ser necesariamente misional, es decir, debe generar valor a nuestra misión como organización y es fundamental que ese valor sea percibido necesariamente por nuestros grupos de interés.

Sin embargo, es frecuente observar que muchas entidades realizan procesos de innovación poco vinculados con su misión o en aspectos poco centrales o periféricos o incluso a ámbitos nuevos en los que se tiene poco recorrido o experiencia, pensando en la idea de “apertura de nuevas líneas de negocio”. Esto no es necesariamente un inconveniente, pero puede desviar a la organización de su misión o de su foco estratégico.

Escasez de datos

En el ámbito social, uno de los principales retos es la escasez de datos y evidencias. Como hemos explicado, para ofrecer soluciones a largo plazo, resulta crucial adquirir primero un conocimiento más profundo del contexto y evaluar si las intervenciones implementadas están teniendo un impacto significativo.

Sin embargo, hasta el momento, en el ámbito social se han asignado pocos recursos para recopilar datos y evidencias que permitan llevar a cabo esta evaluación. Con frecuencia se recurre a la intuición en lugar de basarse en evidencias sólidas y análisis exhaustivos.

A ello se suma la necesidad de implementar acciones con urgencia puesto que hay personas que necesitan de soluciones inmediatas. En muchas ocasiones, una entidad no puede pedir a las personas que esperen a que termine el proceso de innovación social antes de ofrecerles una solución.

Por todo ello, es necesario construir información y evidencias mediante:

  • Diagnósticos que faciliten la recopilación de datos de mayor calidad.
  • Evaluaciones que permitan medir el impacto de nuestras acciones.

Cuanta más información se disponga sobre ambos aspectos, más sencillo será diseñar proyectos innovadores que ofrezcan soluciones efectivas porque se podrá evaluar si estas iniciativas están generando un impacto positivo en las personas y si las acciones implementadas son responsables de dicho efecto.

Proceso lento y complejo

Otra importante dificultad es que la innovación es un proceso lento, que no se puede hacer en periodos cortos de tiempo. A menudo, debido a la urgencia de abordar las necesidades inmediatas, las organizaciones y administraciones públicas se enfocan en soluciones a corto plazo. Sin embargo, un proceso completo de innovación necesita un enfoque a medio y largo plazo, con un tiempo considerable para desarrollarse completamente.

Es común observar intentos de introducir innovación en proyectos de uno o dos años, lo cual resulta altamente complejo. Es prácticamente inviable atravesar todas las fases necesarias para lograr una innovación sólida en un período tan corto de tiempo.

A pesar de que el proceso de innovación requiere tiempo y planificación, es importante no desanimarse si las condiciones en la entidad o en la Administración limitan la capacidad de planificar a largo plazo. En esos casos, una estrategia recomendada es dividir el proceso en fases más pequeñas y manejables con objetivos específicos para cada año. De esta manera, se puede tener una visión a largo plazo, pero se ejecutan acciones concretas y alcanzables en el corto plazo.

Además, otra ventaja de esta estrategia es que, si no se cuentan con los recursos necesarios para llevar a cabo todo el proceso desde el principio, se puede dar el primer paso y obtener los recursos necesarios según se avanza.

Finalmente, cabe destacar dos aspectos de la innovación que son menos populares y a las que a veces no se presta suficiente atención:

  1. Innovar en muchas ocasiones supone renunciar a algo (o dejar de hacer algo). Esto requiere capacidad de priorización y dejar atrás aquello que ya no nos sirve.
  2. Innovar genera conflicto y cambios, entre lo nuevo y las formas tradicionales de hacer. Esto puede ser bastante disruptivo en una organización y conviene contar con un plan o estrategia de gestión del cambio con personas idóneas que lideren estos procesos.

Recomendaciones para introducir la innovación en tu proyecto social

  1. Compila toda la información y datos a tu disposición: para poder decidir qué tipo de innovación o qué elementos innovadores quieres introducir en tu proyecto conviene analizar la información a tu disposición: datos, informes y evaluaciones de tus propios programas; documentos y publicaciones sobre tendencias y buenas prácticas en el ámbito en el que quieres innovar; estudios y evaluaciones sobre experiencias o prácticas lideradas por otros que han mostrado ser más eficaces. Hoy en día tenemos a nuestra disposición muchos más datos de lo que nos imaginamos y dedicándole un poco de tiempo a compilarlo te ayudará a situarte.
  2. Define tu marco temporal: otro de los aspectos a tener claro antes de introducir la innovación a tu proyecto es definir el marco temporal que vas a tener para innovar, sobre todo para acotar el alcance de la innovación y las fases que puedo incluir en mi proyecto. Algunas subvenciones permiten marcos temporales de 2 o 3 años y en esos casos se pueden plantear procesos de innovación más ambiciosos, pero si tu marco temporal es de un año, lo recomendable es acotarlo a una de las fases. En el caso en que dicha fase sea la experimentación de un prototipo, ten en cuenta que un año no es un marco temporal que permita pilotar procesos complejos. Por eso, si quieres experimentar un prototipo en un periodo de un año, recomendamos que aquello que se pilote sea muy concreto y específico, que sea lo más sencillo posible para tener suficiente tiempo de testarlo durante ese periodo. Un aspecto fácil de experimentar, por ejemplo, sería la introducción de una herramienta digital sencilla en la intervención o el testeo de una nueva metodología de formación, pero no sería idóneo experimentar un método de intervención multidimensional. En este último ejemplo, la experimentación se podría acotar a una de las dimensiones.
  3. Innovar también es copiar: antes de inventar de nuevo la rueda conviene observar o conocer lo que hacen otros. Esto se conoce como benchmarking y antes requería mucho tiempo, pero hoy en día con Internet y con las herramientas de IA es mucho más fácil de hacer. Estar al día de las novedades y proyectos de otras organizaciones puede ayudarte a identificar elementos de innovación a partir de ejemplos que hayan funcionado.
  4. Para innovar hay que preguntar: cuando nos enfrentamos a la innovación es frecuente ponerse a trabajar de forma aislada cuando quizá las soluciones están más cerca de lo que pensamos. Es mejor no dar nada por sentado, preguntar y crear un proceso colaborativo. Hacer encuestas talleres o sesiones de debate con actores clave es una buena forma de capturar nuevas ideas. Estos actores pueden ser las personas a las que nos dirigimos o personas implicadas en el proceso, pero también pueden ser actores externos que aporten una visión más objetiva.
  5. Identifica las fases de la innovación social que vas a introducir en tu proyecto: tener claro en qué fase de la innovación social quieres introducir, te ayudará a organizar los paquetes de trabajo y las acciones que vas a incluir en tu plan de trabajo. En proyectos que tengan marcos temporales de dos o tres años es habitual actuar en varias de las fases. A la hora de diseñar tu proyecto, recuerda que cada fase debería ser un paquete de trabajo. Por ejemplo, si necesitas realizar un diagnóstico inicial, un diseño de un prototipo a experimentar, una experimentación de tu prototipo y una evaluación de tu prototipo es recomendable que cada una de estas fases sea un paquete de trabajo con sus correspondientes acciones.
  6. Elige tu innovación: es importante identificar qué tipo de innovación quieres emprender. Para hacer esto te recomendamos la guía Helix que agrupa la innovación social en 5 ejes fundamentales, que han llamado vectores con 10 elementos cada uno. Cuenta con un checklist muy útil con las preguntas que necesitas cuando te enfrentas a la innovación social.
  7. En alianza es mejor: implica a nuevos actores en las soluciones que planteas, bien a través de instituciones u organizaciones directamente relacionadas con tu proyecto, bien con otros actores que pueden aportar nuevas sinergias.
  8. Ordena tu mente: define tus hipótesis, los resultados que esperas lograr y el tipo de evaluación que vas a hacer. Esto es crucial a la hora de innovar. Muchas organizaciones plantean los proyectos sin identificar correctamente las hipótesis de partida, lo que hace que aumente el riesgo de que las decisiones se basen en suposiciones incorrectas, llevando a resultados inesperados o al fracaso del proyecto. Puedes conocer más sobre los tipos de evaluación y la evaluación vinculada a la innovación social.
Recomendaciones para incorporarla innovación social en tu proyecto social

Un ejemplo de innovación social: Hábitat de Hogar Sí

Por último, para cerrar este post, queremos hablar de Hábitat de Hogar Sí, un programa que pretendía innovar en los métodos de atención a las personas en situación de sinhogarismo para que dejaran de vivir en la calle. Vamos a ver cómo aplicaron las ocho recomendaciones que hemos explicado antes:

  1. Compila toda la información y datos a tu disposición: antes de iniciar el pilotaje de Housing First, la entidad realizó un proceso de benchmarking que permitió compilar información sobre programas Housing First en diferentes países en Europa y Estados Unidos  y, aunque las evidencias sobre su impacto eran todavía limitadas – especialmente en Europa -, la información a su disposición mostraba que los métodos basados en esta metodología eran muy superiores en resultados a los métodos tradicionales de atención.
  2. Define tu marco temporal: cuando Hogar Sí se planteó la experimentación de Housing First en su programa, inicialmente diseñaron un proyecto piloto a pequeña escala de una duración de dos años que les permitió sentar las bases de esta nueva metodología en su equipo y su organización. Esto permitió formarse, adaptar nuevas herramientas y nuevos espacios, testar las herramientas de evaluación y movilizar los fondos y las alianzas necesarias para transferir esta experiencia a otros territorios y a mayor escala. Esto permitió posteriormente hacer un planteamiento de una experimentación en un periodo de 5 años en distintos territorios y elaborar una de las primeras evaluaciones contrafactuales y de coste-beneficio de un programa social en España.
  3. Innovar también es copiar: el proyecto piloto que se puso en marcha no se basó en un diseño nuevo o en un método creado por Hogar Sí, sino que se basó en la transferencia de un método, que había demostrado resultados sorprendentemente efectivos en Estados Unidos y Canadá y que estaba promoviendo varios proyectos piloto en diferentes países europeos. Es decir, buscaban replicar un modelo ya existente, pero en otro contexto.

Los resultados previos de este método en otros países les motivaron a probar esta metodología en España, en un contexto diferente al de Norteamérica, para evaluar su viabilidad y eficacia en un entorno distinto.

  1. Para innovar hay que preguntar: la fase inicial de este proceso implicó conocer y formarse en el método del Housing First, seguido por el diseño de un prototipo, lo cual tomó alrededor de un año y medio. Una vez establecido el diseño, se realizó una evaluación contrafactual, con un pequeño grupo experimental (28 personas en 3 ciudades diferentes) y un grupo de control, para demostrar la eficacia del método y su potencial para ser implementado en políticas públicas.

Encontrar un número suficiente de personas representativas para participar en el experimento requirió tiempo adicional. Sin embargo, este es un aspecto fundamental, ya que en un proceso de innovación social debe ser cercano a las personas que viven ciertas realidades, en este caso, al sinhogarismo. Puedes leer más sobre esta perspectiva de la innovación social como un proceso comunitario en este post.

  1. Identifica las fases de la innovación social que vas a introducir en tu proyecto: en el caso de la experiencia de Housing First, el primer piloto de dos años incluyó la fase de diagnóstico, experimentación y evaluación; el segundo piloto de 5 años incluía estas fases y adicionalmente la fase de escalado. Actualmente y a partir de las evidencias de las distintas evaluaciones, desde Hogar Sí, se está impulsando la fase de cambio sistémico que conviene seguir de cerca.
  2. Elige tu innovación: en el caso de Hogar Sí, se apostó por la metodología de Housing First que ya había sido testada en Estados Unidos, en Canadá y en Europa también en Finlandia, cuyas evaluaciones demostraban que eran muy efectivas para resolver el reto del sinhogarismo. En el caso de Finlandia, además, la apuesta institucional y política por este modelo logró terminar con este problema social consiguiendo que nadie viviera en la calle.
  3. En alianza es mejor: el primer piloto de dos años lo implementó Hogar Sí directamente con su equipo, pero una vez experimentado rápidamente se vio la necesidad de trabajar con distintas alianzas. Por un lado, Hogar Sí tenía poca experiencia en la captación y gestión de vivienda para programas sociales, un aspecto crítico del programa, y por eso consideró oportuno trabajar con una entidad especializada con la que compartían valores y con quien ya se tenía experiencia previa de colaboración. Fue así como se creó la alianza con la Asociación Provivienda, gracias a la cual se logró experimentar el proyecto piloto de 5 años. Además, aunque Hogar Sí contaba con un equipo de evaluación en la organización, el alcance de una experimentación a mayor escala requería de una organización especializada. Así, decidió encargar la evaluación al equipo de evaluación de Fresno en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid. Finalmente, a medida que se avanzaba en el escalado de la experimentación, se vio necesario forjar mayores alianzas público-privadas por lo que Hogar Sí y Provivienda impulsaron el Espacio multiactor para el fomento de Housing First en España a través del cual se promovió la colaboración con la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales, así como con otras entidades sociales. Esto permitió crear un espacio de diálogo, intercambio y transferencia para resolver retos y barreras existentes que permitieran un cambio de modelo o un cambio sistémico en el futuro. Este espacio estuvo activo entre 2018 y 2022. Durante todo el proceso HOGAR SI se involucró en el creciente movimiento europeo en torno a Hpusing First lo que le dio oportunidad de conocer en profundidad los proyectos de otros países y contar con experiencias internacionales para la necesaria labor de incidencia con las administraciones públicas para su escalado.
  4. Ordena tu mente: la hipótesis inicial del proyecto se fundamentó en la aplicación de una metodología llamada Housing First, que se basa en proporcionar una vivienda de manera inmediata a las personas en situación de sinhogarismo, en lugar de otras respuestas como los albergues o centros de emergencia. Hogar Sí fue la primera organización que apostó por esta metodología en España.

Este ejemplo destaca cómo una organización comprometida con la innovación social puede superar la falta inicial de recursos, demostrar la eficacia de un método y eventualmente convencer a las administraciones públicas para adoptarlo. Ahora, muchos municipios cuentan con programas de Housing First, evidenciando el impacto positivo de esta iniciativa a largo plazo.

Si te ha gustado este post, no dejes de escuchar las interesantes reflexiones sobre este tema de nuestras compañeras Rebeca Madruga y Alia Chahin.

Además, también te puede interesar estos posts de nuestro blog:

Retrato de Alia Chahin como parte del equipo de Fresno

Alia Chahin

Directora de Transformación Estratégica y Sostenibilidad

Especializada en políticas y proyectos sociales, Tercer Sector, innovación social y fondos europeos.
Ver más

Rebeca Madruga

Rebeca Madruga

Project Manager en el área de Transformación Estratégica y Sostenibilidad

Especializada en el diseño, gestión e implementación de proyectos europeos y estrategias de sostenibilidad y transferencia de proyectos.
Ver más