Abrir la mirada: retos y claves para el futuro del Tercer Sector de Acción Social

El Tercer Sector ha llegado lejos. Lejos en volumen, lejos en impacto, lejos en relevancia pública. Pero también está ante una encrucijada: seguir creciendo no solo en tamaño, sino en capacidad transformadora.

Un ojo mira hacia arriba donde aparecen varias luces.

Este es el punto de partida de la conversación con José Manuel Fresno en un nuevo episodio de podcast, donde analizamos qué papel debe jugar el Tercer Sector de Acción Social ante los nuevos retos sociales. Con él hablamos sobre la influencia política, la sostenibilidad, la innovación… y, sobre todo, el propósito. Aquí te dejamos un resumen de esta conversación inspiradora.

1. Un sector que avanza, pero no puede dormirse

“Estamos en un cambio social muy importante que afecta a los valores y en el que surgen nuevas amenazas sociales”. Así arranca José Manuel Fresno su diagnóstico del sector: con una visión optimista basada en la evolución sostenida de las últimas décadas. Un crecimiento en número de entidades, en profesionalización, en interlocución política y en legitimidad social. Sin embargo, advierte que ese progreso no puede hacernos perder de vista los desafíos emergentes.

Y es que los fenómenos de exclusión social están cambiando: ya no afectan solo a los grupos de población tradicionalmente en situación de vulnerabilidad. Nuevas formas de exclusión –como la dificultad de acceso a la vivienda, la calidad del empleo, la salud desde una perspectiva más integral, la transición digital, la crisis climática o a fenómenos como la soledad no deseada o la salud mental– afectan a diferentes grupos de población, y lo hacen de forma más difusa, más transversal, más compleja y menos previsible.

“Hemos llegado lejos, pero estamos en un cambio social que afecta a los valores y que plantea nuevas amenazas.”

2. Abrir la mirada, ampliar la agenda

Ante esta complejidad, Fresno lanza un mensaje claro: el Tercer Sector necesita abrir la perspectiva. Esto significa ampliar el enfoque para atender no solo a las personas en situación de exclusión tradicional, sino también a quienes viven en una vulnerabilidad menos visible.

También significa entender que las nuevas realidades exigen nuevas políticas sociales. Y ahí, el Tercer Sector aún tiene camino por recorrer: aunque su interlocución con los Servicios Sociales se ha ido consolidando en las últimas décadas, su capacidad de incidencia en políticas estructurales –como vivienda, empleo, protección social o digitalización– sigue siendo limitada. La agenda del sector debe incorporar estos temas si quiere seguir cumpliendo su función transformadora.

“El sector tiene que abrir la perspectiva: hay nuevas vulnerabilidades que afectan a otros grupos y con formas distintas”.

3. El Tercer Sector como una moneda de doble cara

José Manuel Fresno define el Tercer Sector como una moneda de doble cara: por una parte, la defensa de derechos mediante la incidencia política y la sensibilización; y, por otro lado, el desarrollo de servicios y apoyos a las personas que tienen necesidades. Ambas caras son inseparables y se refuerzan mutuamente.

Sin embargo, advierte que muchas entidades se han centrado más en la prestación de servicios, dejando en un segundo plano la incidencia. Para tener impacto real, el sector necesita avanzar en ambas direcciones, con una agenda común que priorice los temas críticos y construya opinión social.

“El Tercer Sector tiene una vocación transformadora y es en esa vocación transformadora en la que tiene que unirse con otras entidades”.

4. La legitimidad no se hereda, se demuestra

La legitimidad del Tercer Sector va más allá de actuar en las buenas causas y carecer de lucro. Se construye cada día con la forma en que se trabaja: con transparencia, con eficiencia, con capacidad de innovación, con alianzas estratégicas y con base social.

Fresno insiste en que hacer las cosas bien no es suficiente si no se demuestra, si no se mide el impacto, si no se comunica con claridad. Y que la profesionalización debe ir de la mano de una fuerte movilización social y refuerzo de la base social, que no se reduzca a la figura del asociado o asociada tradicional, sino que se extienda a nuevas formas de implicación ciudadana.

“La legitimidad del Tercer Sector no hay que darla por supuesta: hay que demostrar resultados, impactos y uso eficiente de los recursos”.

5. La sostenibilidad va más allá de la financiación

Uno de los retos más acuciantes es, sin duda, la sostenibilidad. Pero reducirla a una cuestión económica sería simplificar demasiado. El equilibrio financiero es clave, sí, pero también lo son la relevancia social, la capacidad de adaptación, la innovación tecnológica o la conexión con el entorno.

Fresno apunta que el futuro pasa por combinar diferentes fuentes de ingresos y explorar nuevas vías: desde los fondos con impacto hasta alianzas con empresas, pasando por la generación de retornos económicos en proyectos con dimensión social o ambiental. Pero, sobre todo, por seguir haciendo cosas que importen, que respondan a necesidades reales y que sean significativas para las personas del entorno.

Otro punto crítico para esta sostenibilidad es el relevo generacional, tanto en los equipos profesionales como en los órganos de gobierno y en el voluntariado. Atraer a nuevas generaciones por un salario atractivo es complicado para el Tercer Sector, pero las entidades tienen mucho que ofrecer y deben trabajar por hacerlo atractivo:  un propósito, un espacio de participación, un entorno coherente con los valores que se defienden. La juventud se moviliza cuando hay causas que lo merecen. Lo vimos durante la pandemia, lo vemos en momentos de crisis. El reto es transformar esa movilización puntual en compromiso sostenido, en implicación continuada con las organizaciones sociales.

“Sostenibilidad no es solo tener fondos. Es también ser relevante, estar conectado con el entorno y hacer cosas con sentido.”

6. El valor diferencial: la autenticidad

Para cerrar, José Manuel destaca la esencia que el sector no se debe perder: la autenticidad. Es decir, mantener los valores que inspiran la acción social, el compromiso con la justicia, la solidaridad y el bien común. Porque, como señala, muchas entidades pueden prestar servicios, pero lo que distingue al Tercer Sector es cómo hace las cosas: con calidad, con calidez, con vinculación con el territorio y con una clara vocación de transformación social.

En un contexto donde son más permeables las fronteras entre actores sociales, económicos y públicos, la autenticidad es el activo más valioso del Tercer Sector. Y también su mejor estrategia de futuro.

"El Tercer Sector se diferencia no por los servicios y apoyos que presta, sino por cómo los presta: con compromiso, cercanía, redes de solidaridad y calidez."

Esta conversación con José Manuel Fresno es solo una pincelada del debate profundo que necesita el Tercer Sector de Acción Social. En el episodio completo del podcast encontrarás reflexiones sobre legitimidad, alianzas, relevo generacional y sostenibilidad, con ejemplos y claves prácticas para mirar al futuro con más perspectiva.

Escúchalo aquí y súmate a esta conversación sobre el papel transformador del Tercer Sector.

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