5 retos de las ONG para hacer frente a la crisis de la Covid-19

En el marco de nuestra colaboración en el Informe «El Tercer Sector de Acción Social en 2021. Respuesta y resiliencia durante la pandemia”, José Manuel Fresno, realiza tres reflexiones en torno a la coyuntura actual de las entidades del Tercer Sector y enumera cinco retos que deben afrontar para hacer frente a los cambios ocasionados por la crisis derivada de la Covid-19. 

Las entidades del Tercer Sector de Acción Social han afrontado de diversas maneras la nueva situación generada por la Covid-19 para adaptarse a las nuevas necesidades sociales que la crisis sanitaria a propiciado. En este sentido, encontramos que esta crisis ha afectado a las organizaciones respecto a:

• Aspectos coyunturales. La pandemia ha supuesto replantearse en el Tercer Sector de Acción Social qué actuaciones acometer ante un cambio rápido y repentino de las necesidades sanitarias y sociales. Pero también el cómo realizar dichas actuaciones, especialmente en relación con los procesos de transformación digital por las restricciones para hacer frente a la crisis.
• Aspectos estructurales. La crisis ha dejado en evidencia también que las diferentes fórmulas de financiación no suelen estar suficientemente dotados para hacer frente a los gastos que implica el mantenimiento de los servicios con calidad, ni tampoco para hacer frente de manera sostenible a cambios normativos como por ejemplo las de tipo laboral.

Estos cambios que han afectado a las entidades nos hacen plantearnos si las entidades estamos realmente preparadas para situaciones de esta naturaleza o somos especialmente vulnerables. ¿Es la crisis un toque de atención al futuro del sector? ¿cómo afrontar el nuevo escenario post-covid? 

La segunda reflexión que nos asalta tras participar en este estudio es que cada vez existe una mayor polarización entre entidades pequeñas y entidades grandes. Por un lado, las entidades de tamaño grande resisten bien, van creciendo, se consolidan, amplían su actividad, desarrollan nuevos programas y servicios, etc. Sin embargo, en términos cuantitativos, la mayoría de las entidades del Tercer Sector son entidades pequeñas: con pocos profesionales, pierden voluntariado, tienen problemas de sostenibilidad, etc.

Pero, además, nos damos cuenta de que existen diversos desafíos a largo plazo, retos que conocemos desde hace tiempo y que la crisis ha vuelto a poner de manifiesto. Por ejemplo, están aún sin resolver dentro del Tercer Sector de Acción Social cuestiones relativas a:  

• El sistema de financiación. Las entidades desarrollan actividades estables continuadas que requieren actuación a largo plazo, pero el sistema de financiación no es estable y se ha precarizado.
• La falta de reconocimiento. Se sigue considerando al sector como subsidiario de la administración pública y no como un actor clave en las políticas públicas.
• La base social del sector. Se debería poner el foco en el tipo de voluntariado que tenemos: la calidad, la implicación, etc. En España, las causas sociales tienen cada vez capacidad de permear e involucrar a la población, pero el Tercer Sector parece no estar atrayéndolas suficientemente.

Así, en el contexto actual, marcado por cambios importantes en las políticas sociales, encontramos que las ONG deben hacer frente a 5 retos frente a la crisis de la Covid-19:

1. Conseguir una mayor sostenibilidad

El presupuesto público en servicios sociales y el porcentaje de gasto en servicios sociales aumenta en momentos de crisis. En España, el gasto en servicios sociales es aproximadamente un 1,6% del presupuesto público. A pesar de la resistencia del Tercer Sector, es muy posible que este aumento del gasto público de los próximos años se atenúe cuando la pandemia esté bajo control, la economía retome por sí sola la senda de crecimiento y se reduzcan los fondos extraordinarios de la Unión Europea. Por eso, el reto es que las entidades deben estar preparadas para una situación de recortes que es posible que pueda ocurrir cuando finalice la pandemia.

2. Usar la transformación digital en la gestión del conocimiento y en la prestación de servicios

Existen muy pocas entidades del Tercer Sector que permitan tratar la información a través del big data o de algoritmos de inteligencia artificial. El sector debe aprovechar el impulso que ha tomado a raíz de la pandemia para ganar en innovación, en mayor capacidad de respuestas sociales y en sostenibilidad. Esta innovación, que ha de hacerse en colaboración estrecha con administraciones y empresas, ha de ir de la mano de una profunda transformación digital.

3. Responder de modo ágil a los nuevos modelos de intervención

El Tercer Sector de Acción social se suma a los cambios en los modelos de intervención, pero todavía tiene mucha inclinación a mantener los servicios actuales. El dilema es que el Tercer Sector se ve muy condicionado por mantener esos servicios: se sitúa en un difícil equilibrio entre sostener lo que tiene o lanzarse a servicios que supongan un cambio. El reto consiste en saber enfrentarse a un contexto distinto motivado por necesidades sociales presumiblemente nuevas y diferentes a las experimentadas con anterioridad.

4. Aumentar el voluntariado

La mentalidad de las personas cambia y el compromiso con las causas es distinto. Por ejemplo, sería interesante explorar las posibilidades que ofrece el voluntariado virtual, un nuevo tipo de voluntariado más flexible que no requiere de la presencialidad. Debemos entender la actual captación social porque hay muchas personas que se comprometen de forma intensa con causas sociales de todo tipo, pero el Tercer Sector no capta suficientes personas voluntarias o simpatizantes con los programas, servicios y actuaciones que desarrolla.

5. Diseñar políticas desde los servicios sociales

Las políticas de igualdad, de inclusión social, de no discriminación, etc. no se llevan a cabo en el ámbito de los servicios sociales, sino en otros ámbitos como en la educación, el empleo, la vivienda, los ingresos mínimos, la fiscalidad, etc. El Tercer Sector debe reenfocar su agenda como interlocutor para diseñar políticas desde los servicios sociales.