Un proyecto europeo es una oportunidad de llevar a cabo una idea innovadora que contribuya a mejorar la vida de las personas que se materializa gracias al apoyo financiero de la Unión Europea y la colaboración de otras organizaciones, administraciones, centros de investigación y empresas y de varios países.
Si tu organización está interesada en financiar un proyecto europeo, debes saber que no existe una fórmula mágica que garantice el éxito, pero desde el Equipo Fresno te damos 12 recomendaciones para presentar proyectos nacionales que se financian con fondos europeos y evitar errores a corto, medio y largo plazo. Recuerda que, si tu proyecto fracasa, implica una pérdida considerable de esfuerzo, tiempo y dinero.
Por eso, presta atención a tu proyecto, programa o iniciativa y garantiza que esa financiación se planifique de forma transparente y responsable:
- Analiza bien la convocatoria: hay que leer bien la convocatoria, si es necesario varias veces, y asegurarse de que se comprenden bien las prioridades, las líneas de actuación elegibles, los requisitos de las entidades que se presenten, la parte presupuestaria, etc. Para ello, es recomendable contar con un formato de screening, es decir, un documento que crea la entidad donde aparecen los datos y aspectos más importantes o temas clave de la convocatoria como, por ejemplo, objetivo general, acciones elegibles, financiación y presupuesto, requisitos o criterios de valoración con la puntuación que aparece en la convocatoria.
- Calcula tus posibilidades: una convocatoria bien formulada supone un esfuerzo importante y hay que calcular las posibilidades de éxito. Hay que enterarse de cuál es el presupuesto disponible, estimar el número de proyectos que se presentarán, pensar en quiénes y cuánta competencia habrá y tener la seguridad antes de dar el primer paso de que tenemos posibilidades reales de conseguir el proyecto.
- Asegúrate de que cumples los requisitos: para poder presentarse hay que asegurarse de que se cumplen todos los requisitos. Los de experiencia de la entidad, los técnicos, los de implantación territorial, los de colectivos o grupos elegibles, los de cofinanciación si los hubiera, los administrativos…etc. Normalmente esto requiere en una entidad de cierto tamaño que varios departamentos (el de proyectos y el administrativo) se estudian la convocatoria. Y que en el screening que se haga se incluyan siempre los ítems sobre los requisitos.
- No lo dejes para el último momento: una situación muy común es que se comienza a formular el proyecto en los últimos días de modo que no está bien diseñado, porque se hace deprisa, o unos apartados están bien diseñados, pero otros no se han pensado bien y son de mala calidad.
- Asegúrate de que tienes un proyecto idóneo: una convocatoria persigue unos objetivos concretos y un tipo de acciones elegibles. En muchas ocasiones la entidad tiene un proyecto que no encaja con esos objetivos e intentan empaquetarlo de modo forzado para que parezca que encaja en la convocatoria, pero la persona evaluadora detecta que no es así.
- No diseñes mirando por el retrovisor: las necesidades sociales cambian continuamente y, en consecuencia, las respuestas y los métodos de trabajo también tienen que cambiar. En el campo de las políticas sociales se necesitan nuevas respuestas. Siempre hay que pensar en innovar, pero las innovaciones no pueden ser ocurrencias.
- Ten seguridad de que el proyecto aporta valor a tu entidad o al colectivo al que te diriges: muchas entidades disparan a todo lo que se mueve y están obsesionadas por presentarse a todas las convocatorias. Hay que tener la seguridad de que el proyecto que se presenta tiene sentido para la entidad, encaja en sus objetivos estratégicos y no se convierte en algo extrafuncional, en algo que hemos hecho solo por captar más recursos.
- Madura el proyecto y la propuesta que presentas: un proyecto no surge de la nada ni se diseña por una persona experta (contar con asistencia técnica puede venir muy bien), ni en un despacho sin interacción. Un buen proyecto es fruto de un proceso de creación en el que el equipo, de modo interactivo, se pone a pensar (también teniendo en cuenta la a las personas beneficiarias), se ilusiona con la idea, la madura, le dan forma y en definitiva se la cree, lo que hace posible que luego se lleve a cabo.
- Responde con precisión a las cosas que se preguntan: hay que responder de modo preciso a los distintos apartados del formulario. Cuando nos preguntan por el contexto hay que dar datos precisos y no divagar. Los objetivos son precisos, pocos y se formulan en infinitivo, la metodología es cómo vamos a hacer las cosas y no lo qué vamos a hacer, tienen que estar claro el número y perfil de las personas destinatarias, así como las partidas presupuestarias, la evaluación no es mera presentación de resultados, etc.
- Formula en coherencia con coherencia política: hay que encuadrar nuestro proyecto en las normativas y políticas del momento y explicar cómo contribuye a estas. Conviene usar referencias con precisión, lenguaje preciso y terminología actualizada que evidencia que estamos en línea con las tendencias más actualizadas.
- Haz bien el presupuesto: el presupuesto no son cuatro números que calculamos de modo genérico y nos dan un total que luego ya ajustaremos cuando nos den el dinero. El presupuesto se hace con detalle, aunque no nos lo pidan, cada concepto y cada partida bien desglosada y de acuerdo con datos fiable y a proyecciones de futuro. De este modo no nos equivocaremos.
- Haz un chek list final antes de entregarla: antes de entregar la propuesta hay que revisarla de nuevo, hacer un control de calidad, detectar las incongruencias, hacer ajustes y garantizar que se responde a todo lo que nos están preguntando y se aporta la documentación que nos solicitan.
Estudia y reflexiona sobre esta checklist si estás pensando en presentarte a una convocatoria. Y, si aún tienes dudas, recuerda que quizás podemos ayudarte desde el Equipo Fresno.
José Manuel Fresno
Fundador y director
Fundador y director, especializado en asuntos europeos, Tercer Sector, políticas sociales, financiación, desarrollo y posicionamiento estratégico.
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